Mucho se está hablando acerca de la Gestión Responsable, las virtudes y beneficios que aporta, se habla de ventajas tangibles, intangibles, conciliación familiar, también de otros conceptos Sociales, Ambientales, etc.
Centrémonos en lo importante y usemos un lenguaje claro, llano y entendible por conocidos y extraños en estas cuestiones y sobre todo dejemos de establecer una encarnizada carrera por lanzar impactantes iniciativas que sin dudar de sus buenas intenciones parecen otra cosa.
Digo esto porque todavía a fecha de hoy pocas son las personas que obtienen estas maravillosas ventajas a las que tanto bombo y platillo se están difundiendo, entre ellos me apunto personalmente como consumidor y como directivo de empresa.
Siempre he creído que RSC es una forma diferente de gestionar los recursos que una empresa u organización dispone. También que los objetivos de fondo en una gestión responsable son varios y muy marcados hacia la consecución de un mejor entorno social, ambiental y económico todos ellos con un peso específico equilibrado .
Mi apreciación personal a día de hoy en el entorno Socio-Económico es que existe una larga distancia entre lo que se “Dice que Se Hace” y lo que realmente “Se está Haciendo” en materia de RSC.
Tengo la impresión, que la mayoría de acciones o iniciativas llamadas responsables que a través de notas de prensa se están difundiendo, llevan una alta carga de objetivos económicos a corto plazo, siendo devaluados los necesarios objetivos sociales, que la actual situación económica está poniendo en evidencia y aprecio escasas bondades en esta materia, de organizaciones que publican gestionar responsablemente los recursos.
Para que no se entienda erróneamente mis reflexiones apuntar que el contexto desde el cual extraigo estas opiniones son desde el punto de vista de una Pyme, la cual tengo la responsabilidad de dirigir y mantener en el actual entorno Social y Económico.
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