Dice Platón en el libro “II Republica” que las personas son injustas por naturaleza y que solo son justas por miedo al castigo de la ley o por tener algún beneficio por ese buen comportamiento.
Según cuenta Glaucón (hermano de Platón) y para ejemplarizar esta teoría, dice la leyenda que Giges, rey de Lidia tiene en su poder un anillo mágico que hace invisible a la persona que lo porta con solo girarlo.
Cuenta también la leyenda que Giges usó el anillo para seducir a la Reina y con ayuda de ella matar al Rey y apoderarse de su Reino.
Podemos imaginar el poder del anillo, que hace a uno invisible y apoderarse de cosas que no son suyas, robar, matar, violar las leyes con total impunidad, etc.
Leyenda o mito, el caso es que en pleno siglo XXI y según describe Adela Cortina con mucho acierto, el anillo de Giges en nuestros tiempos toma formas muy diversas (Ocultación, Colaboración, Complicidad, etc) y hace por tanto invisibles a personas y comportamientos injustos, siendo el miedo al castigo “en parte”, guardián de la viña de la bondad y la honradez, de aquellas personas ajenas a esas prácticas.
Acierta Adela en calificar “en parte“ porque la viña de la honradez en nuestros días, cuenta con una serie de guardianes que no les mueve el miedo al castigo y tampoco optan por un beneficio por buen comportamiento, sencillamente encuentran sentido a los beneficios de la bondad y la honradez.
Algunos de esos beneficios y los califico por tanto también “guardianes de la viña”, tratan de poner de relieve aspectos de integridad en la gestión diaria de empresas y organizaciones.
Ejemplo de guardianes de la bondad y la honradez son también en parte, la diversidad en la búsqueda de Resultados. Son objetivos económicos los que generalmente persigue la empresa privada, pero hay una corriente comprometida y con una actitud natural, que trata de ir más allá y provocar resultados también sociales, ambientales y de honradez para dar respuesta a inquietudes y comportamientos que tienen que ver con lo más valioso de este mundo. El bienestar de las personas en un entorno actual y un escenario de futuro.
Otro ejemplo de “guardián de la viña de la honradez” es el sentido común, el cual dicta que obtener beneficios de forma engañosa y reiterada es la forma más rápida de hacerse rico, pero también significa ser, la más contundente para alejarse moral y espiritualmente de la realidad y de la sociedad. Este no es un castigo recogido en legislación, pero al hombre nunca le ha gustado sentirse cuestionado y existe esa ley moral y espiritual implacable, que juzga cuando uno se encuentra enfrente de sí mismo y su conciencia.
Por aportar uno mas de esos “guardianes de la viña” el compromiso personal toma carácter de importancia cuando es firme e inflexible. Al menos hasta que el comprometido encuentra el anillo y se sitúa ante la decisión de hacer uso, En cuyo caso también puede destinar los poderes de invisibilidad, para potenciar lo justo.
Quería hablar de corrupción sin nombrar esta palabra. “Objetivo conseguido”.
Antonio Javierre
Secretario General
Red Española del Pacto Mundial